Nuestro cuerpo se revoluciona cuando llega la primavera, el aumento de luz solar, los cambios de temperatura y de humedad hacen que aumenten el nivel de ciertas hormonas, entre ellas la melatonina y la serotonina. En general nos sentimos felices por la llegada del calor, los colores tan vivos de los árboles y de las flores estimulan los receptores de nuestra retina y generan en nuestro cerebro una sensación de bienestar y vitalidad.
Pero no todas las personas experimentan igual la primavera, los cambios tan bruscos de temperatura y de humedad pueden afectar a nuestro estado de ánimo. Mucha gente padece lo que se conoce como astenia primaveral, falta de energía, apetito, fatiga, irritabilidad, melancolía, tristeza… La causa no es clara pero se cree que es por una disminución del nivel de endorfinas (hormonas de la felicidad que disminuyen el dolor).
Ciertas personas son más propensas a sufrir este tipo de trastornos, como aquellas que padecen episodios depresivos o las que tienen algún tipo de alergia ambiental (sobre todo a pólenes). También ciertas situaciones favorecen la aparición de la astenia primaveral como el insomnio, el estrés, la ansiedad, los nervios…
Los casos de depresión y ansiedad aumentan en esta época del año y además, son más frecuentes en las mujeres que en los hombres. Las mujeres somos más sensibles a los cambios ya que nuestros niveles hormonales varían constantemente. Así que para adaptarnos a estos cambios ambientales gastamos mucha energía y eso afecta a nuestro organismo, a nivel físico y a nivel psicológico.
Algunas plantas medicinales mejoran el estado de ánimo, como la rhodiola, conocida como la planta del optimismo. Puede ser una solución eficaz en caso de astenia primaveral, estrés o trabajo excesivo.
En el próximo post hablaremos de las propiedades y beneficios de esta planta medicinal.
